Digan lo que digan

Diria yo, que no puedo quedarme

sin decir nada, cuando toca hablar,

y a veces, incluso hablo sin tocar,

porque elijo decir ante callarme.

Cierto, que uno, es el dueño del silencio

si no dice, o es esclavo, si declara

y que por decir, te juegas la cara

a veces, pero, a priori pago el precio

porque callar por no decir, es necio

afán, de no pecar y  fracasar,

antes de osar, y hablando triunfar.

Así las cosas digo, que si tercio

una palabra, y hablo por hablar,

será mejor, que ahogarme por callar.

Quizá, no se decir

mejor lo que ya dije, por decir

algo, en lugar de ahogarme, y no decir.....¿Saben? Me da igual, digan lo que digan.

Cadena de amor

Estoy forjando ese a ese una cadena,

-que atraviese- este Océano tan inmenso,

y voy fusionando eses si me pienso,

ahí, a tu vera, inventándome una escena.

 

Los diálogos son dulces y reiteran

los ¡te quiero! entre besos y promesas

-mientras- tus brazos me abrazan, con esas

ganas de mí, que me hacen prisionera

-de la prisión abierta- de tu cuerpo,

en tanto paseamos, cualquier acera

de una bellísima ciudad cualquiera.

Y es mi amor, el metal con que trabajo,

en el tas de añoranza, de la espera,

-las eses- que te acercan a mi vera.

Camino con peaje

Aquellos días bellos como dijes
de aquella triste etapa, culpa mía.
Aquellos versos grana cual sangría,
de roja tinta errada como ultraje.

Porqué pensar que oculta por celaje,
poder amar y amar asaz y umbría,
en esta cruel manera de ser mía,
si donde amar, exceden los ambages.

En un camino torvo con peaje
quizás mirar atrás es cruel abrojo,
o inútil es querer salir airoso.

Del fondo del infierno del antojo.
salir indemne pido, y pongo arrojo,
¡destino! abriga tenue mis despojos.

Palimpsesto=Escrito...O la falta de inspiración

Hoy no están, hoy se han ido...las musas...

me dejaron pensando, pluma en mano,

que en el aire se queda quieta, y acusa,

falta de inspiración, y pensar vano.

¿De que escribir sin ganas previas, ni estro?

¿Quizá, de lo mal que está el Universo?

¿Y si canto al amor catorce versos?

¿O escribo de dolor echando el resto?

Es difícil la empresa que persigo,

y me entozudo, en querer decir esto

y aquello, casi sin saber que digo.

Y enloquece mi mente en el impuesto

afán de hilar dos versos, pero sigo

buscándole final al palimpsesto.

Velada instantánea

Gasas y tules en blancos ilusos

retratados en día de festivo

en un alarde de vuelos confusos

de dos aves volando sin motivo.

Se paga el placer del gozo votivo

regalando el mismo placer honroso,

y se recogen los níveos tejidos,

para salvarlos del tiempo oneroso.

Fueron gasas y tules, alba luz,

que no pasó el tamiz, del sueño cierto;

flash en la instantánea del desconcierto.

Solo queda de la fiesta lo incierto, 

como mucho, en la memoria la cruz,

de la velada foto hecha al trasluz.

Azul cornamusa

-Este soneto rinde
mi admiración al
bello sonido de la gaita-






Se niega el azar ha dar pleitesía

y deja a la luna sin ecos plácidos.

Sumida en silencio -su anatomía-

arrulla suaves, momentos nostálgicos.

Riela sobre las aguas revelándolas,

en un trágico beso, de haz lumínico

y deja que sus sueños meláncolicos

floten como oriflamas -irisándolas-

En noctívaga espera ecúmenica

reitera pertinaz su travesía

-buscando- deleitosa sinfonía

-en cornamusa azul- transoceánica

Pero...el azar, sigue, en  labor lacónica 

negándole la música a porfía.

El mar de los Sargazos

En la estrechez de la clepsidra, arena
negra se atora...y no cuenta las horas

que la emoción, espera en guardia, y a solas,

como guardando una carnal carena.

Cuarenta pianos llenos de sirenas

son algas en el Mar de los Sargazos.

Las Nereidas, trances de luna llena

con escamas de plata en su regazo.

Y duelen esas horas incontadas

que clavan, como tóxica morena

horario nihil, con su dentellada

en carne tumefacta y lapidada

(mientras purgaba crimen en galeras)

...por una lluvia, de aves disecadas.

Llueve tristeza

Hoy los árboles son grises y estériles.

Es Marzo y no apuntan ni las maneras

y el gran ágave reina en la ladera

con la des-belleza de sus esmeriles.

Llora el  mesem en la roca, sutiles

flores rosadas, y a la desbandada,

baja, como cocot desmelenada,

por el petreo alar de los pensiles.

Roza mis pies la cruel procesionaria

buscando los pinos con su gregaria

alineación  parásita, y ordenada.

Llueve tristeza en la ya desflorada

mimosa...Llueve lluvia nostalgiada

Lluvia mansa, esencial y necesaria.

Intrínseco laberinto

Ciervo en el laberinto

En el intrínseco horizonte observo

un laberinto hecho de sombra y gozo,

y me sé dentro de el, buscando el pozo

mágico de los deseos. Soy ese ciervo

curioso, que respinga al primer ruido.

Camino por el, husmeando el brezo

que lo bosqueja, y mi sexto sentido,

me hace andar, sin fijarme en el atrezo.

¿Para que sirven formas ni embelesos,

si no están plenos de amor y procesos?

¿De que me sirve un laberinto ocioso?

Y es así, como avanzo paso a paso,

como un ciervo curioso. Y mis pasos,

temblorosos, me llevan hasta el pozo.

Ese pozo deseado

y deseoso de apaciguar la sed

de deseos, de amar y ser amado.

Te dejo un beso hasta el lunes

Voy a volar, a ese espacio de tu cuello

Ahí donde lo sensual y lo más tierno

se citan como amantes sempiternos

para enloquecerme y robarme el sueño.

Notarás mi aleteo entre tu pelo.

bajando por la nuca hasta tu espalda

contándote los huesos -Y con calma-

mimar cada centimetro con celo.

Y volveré a subir por el reverso

suave, sensual, caudal de emociones

que llena de placer nuestro Universo

Quiero, dejar en ese espacio bello,

un beso, que te dure hasta este lunes,

Un beso, que reine hoy sobre tu cuello.

El cisma

Me delata el dolor, helado estigma

del pasado, que vuelve sin llamarlo.

El devenir, página en blanco...enigma,

sueño que se esfuma, al querer soñarlo.

Intentos vanos de ser paradigma

de algo, que ya no es, si no, ese pretérito

desgastado, en el que no brillan méritos,

y del que solo queda, un triste cisma.

Yo, cismática, me duelo del hito

y a retazos...lo sé justificable

pero ya todo está dicho y proscrito.

Me delata el dolor, pero resisto

y veo en el futuro un sueño alcanzable

...Y ese sueño, me dice, que aún existo.

luz evanescente

se rompe mi alma de luces etereas

con los absurdos de viejas escenas

rota y oscura, perdida Magdalena

alondra que tornó ajada y cinérea

opúsculo cerrado de este ensayo

que terminé sin empezar apenas

y que mudo no dice lo que callo

en esas hojas que no hablan de penas

es tal el holocausto que presiente

sobre lo sentido, mi entraña callada

que parece, que ya nada es viviente

solo esa fugaz luz evanescente

y huidiza, que da la puerta entornada,

me hace sentir, que no soy, un alma ausente.